Colegio Genoveva Gérman inmerso en etapa de ajuste
Antecedentes
El Colegio Técnico Agropecuario Genoveva Gérman y la Hacienda Puichig desde julio del 2016 se encuentran bajo la administración de Fausto Baca, mediante un contrato de arrendamiento por cinco años (con la posibilidad de renovarse por otros cinco); firmado con la Curia Metropolitana de Quito. Con el dinero recibido la Curia logró solventar las deudas existentes y que se venían acarreando desde la Fundación Genoveva Germán. Así el nuevo administrador recibió tanto la hacienda como el colegio con las deudas totalmente saldadas.
En mayo del año en curso, acudimos a diferentes instancias para conocer sus puntos de vista sobre la situación del colegio.
Fausto Baca acerca de su gestión supo manifestar que con el apoyo del personal administrativo y docente ha logrado darle un norte al colegio. Señaló haberse enfocado en el personal docente “De que realmente se están cumpliendo las horas de trabajo, de capacitación a los chicos; la otra es trabajar mucho en la disciplina y en la puntualidad (…) Realmente hay que trabajar mucho, la parte pedagógica todavía falta bastante”.
Él resaltó que no tiene experiencia en la administración de una institución educativa “Es un trabajo a largo plazo y puede haber todavía muchas cosas, que queremos dar un cambio radical al colegio, yo quiero que salga adelante, teniendo gente muy capaz”.
Jeaneth Cañizares, Presidenta del Comité Central de Padres de Familia Expresó que existen varios problemas dentro del colegio en cuanto a: obras de infraestructura, sueldos del personal docente, inversión, promesas no cumplidas como la publicidad. Además señaló que las actividades o mejoras las han tenido que realizar a través de la autogestión y la cuota entregada por los padres de familia al principio del año lectivo. “Hay proyectos que se quedaron porque el no quiere invertir (…) Yo quiero que el colegio crezca (…) y las cosas vayan mejor, pero no sé como él lo quiere lograr, si él no pone empeño. Entonces uno obviamente con estas cosas, no quiere que el colegio pierda, pero son cosas preocupantes que nos están pasando”.
Cañizares concluye que existe poco interés de la administración “Creo que sí debería poner un poquito más de empeño. De empuje, para ver la manera de cómo sacarle adelante al colegio”.
Por su parte Freddy Yépez, Párroco de Machachi, es el representante legal de la institución pero no tiene inferencia económica en la misma. Hace hincapié sobre la inestabilidad en el tema de administración escolar en cuanto a documentación, dificultades económicas en lo que respecta al pago de docentes y temas ya específicos de educación.
Expresa que no han habido realmente cambios de fondo “Yo más bien lo que veo es una inestabilidad, hay dificultades en el tema de llevar el colegio (…) Es una administración bastante compleja (…) Lo que veo es un interés del Sr. Fausto en mejorar la infraestructura del colegio, aunque es parte del convenio, una decisión de darle mejoría a través de los alcances empresariales que pensamos que él podría tener, darle más presencia y visibilidad”.
Con respecto a la administración de la hacienda y el colegio se lo hace de forma separada y no conjunta. Para Jeaneth Cañizares este es uno de los principales inconvenientes ya que según menciona de la hacienda se debería aportar con algo de dinero al colegio “La institución no se puede mantener por el hecho de que existen pocos alumnos”. En relación a este punto el párroco expuso que durante su gestión la hacienda colaboraba con la institución, con una cantidad mensual “Para mí...es el lugar de prácticas del colegio y también el apoyo económico”. Por su parte Baca manifestó que con la existencia de pocos alumnos “No se puede cubrir con ningún gasto que tenga con el personal docente (…) Entonces la idea es poder reforzar eso, y esperemos que el próximo año podamos duplicar los estudiantes para poder cubrir la parte económica”.
Fausto Baca y Jeaneth Cañizares aspiran a incrementar el número de alumnos. A la vez resaltan como pieza fundamental de la institución, al personal docente que con su labor y preparación constituyen un apoyo para los estudiantes.
Con 69 alumnos y diez docentes, las autoridades del colegio deberán analizar algunas de las situaciones expuestas a fin de mejorar su accionar y tomar medidas al respecto.