Homenaje al Cantón Mejía en sus fiestas
Por : Alfredo Lopez
El Chagra Solía Gustavo, levantarse en la clareada más alta del día , son épocas de fiesta y se celebran las fiestas del Chagra, es un recorrido realizado a mediados del mes de julio por las calles principales de aquella ciudad, aquel valle rodeado por 9 volcanes, si , que amaneceres que uno puede contemplar en ese recóndito lugar de los andes, en los que el frio y la pureza de sus aires, acompañan las matutinas de sus chagras, labrantes trabajadores, hábiles ganaderos que por herencia del mestizaje han mezclado su cultura indígena , con la española.
Foto tomada de la página web del Ministerio de Turismo
El ser chagra, y la habilidad y destreza que tienen estos míticos personajes, hacen que los relacione a los gauchos en Argentina o a los charros en México. Todos comprendidos por una historia bastante similar, todos nacidos en la bondad que nos muestra la tierra y en la enseñanza de que el trabajo duro es el camino a la felicidad incomprendida.
Son tres días de celebración y estos personajes, al puro estilo hispano sueltan los toros por las calles para que chagras verdaderos e incautos hombrecillos, quieran mostrar su rapidez y agilidad ante este animal, tan imponente como el toro bravo. Son varios los toreros, y valientes que entran con provocadores movimientos a esa calle cerrada en la que muchas veces la muerte me encontró de espectador. Después de terminado el evento todos asisten a los restaurantes tradicionales, para degustar de la comida típica del lugar, y las bebidas infaltables tragos fuertes que preparan a la gente, para el día sábado día en el que chagras de todo el país vienen para el desfile.
Es algo muy variado, todos tienen un colorido diferente, insignes propias de las distintas haciendas, caballos de cada raza por región a la que pertenecen, y también un paso diferente, esa es la parte que me gusta, pues caballos y jinetes, cuan acróbatas hacen gala de su destreza, vemos caballos que se encaminan a brincos, otros con más elegancia lleva el paso al son de la música de sus acompañantes y otros más a modo de circo, bailan según la tonada que suena a las espaldas de cada delegación , pues todas tiene su banda instrumental, y se complementan con los danzantes, muchos con disfraces y otros auténticos, todos con un baile peculiar y expresivo, todo tiene muchos colores, sus ponchos rojos y negros, sus sombreros, su bufanda de lana de borrego y su zamarro, van dando el toque que tiene el chagra.
Es bueno recordar estas fiestas tan lindas, que cada rincón, que cada explanada de nuestros lugares tiene, pues nos enseñan que cada uno es una construcción del lugar donde nació y está inscrito a la vida como cartero de nostalgias y sueños que se quedan ahí, ahí de donde somos.