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La grandeza del ser humano

Por: Ricardo Proaño Cárdenas

Creo firmemente que la grandeza del ser hu­mano en parte radica en que cada momen­to de nuestra vida es único e irrepetible y esto se justifica gracias a nuestra condición finita, bueno condición finita es una expresión demasia­do sofisticada y exquisita para decir que morimos. Hay un cuento, inigualable cuento, excelente cuen­to de Borges llamado “El Inmortal” cabe decir que todos los cuentos de Borges son buenos pero este es bueno en serio, este cuento trata justamente la historia de un hombre que alcanza la inmortalidad y en el relato este hombre se encuentra con el perso­naje mitológico Homero quién también es inmortal, entonces en un pasaje se narra “me despedí de Ho­mero en las puertas de Tánger, creo que no nos diji­mos adiós”, claro porque dos inmortales no se pue­de decir adiós, dos seres inmortales a lo largo de su inacabable existencia quieran o no se van a volver a encontrar.


Los seres mortales decimos “adiós, has­ta luego, vuelve pronto, que te vaya bien en el viaje” porque sabemos que cada partida puede tener un no retorno, es por esta razón que cada momento de nuestra vida es maravilloso e irrepetible, cada uno de nuestro instantes vale infinitamente, el ins­tante de la vida de un inmortal no vale nada porque ese instante va a ser repetido hasta la náusea, esto plantea Borges en su cuento por supuesto con muy buena prosa porque Borges escribía como nadie.


También la grandeza del hombre reside en tener un pensamiento totalmente autónomo, para esto es necesario que el hombre se revele ante lo que quieren hacer de él, y con esto quiero rendir un ho­menaje a un gran filósofo llamado Jean-Paul Sartre, Sartre tiene una frase fundamental para la historia de la humanidad que dice “cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”, porque evidente­mente desde que nacemos hacen de nosotros algo, nos meten una religión, un equipo de futbol, es más hasta nos meten una lengua ya que cuan­do empezamos a hablar simplemente repetimos las palabras que nos dijeron, esto demuestra que los seres humanos no dominamos a esa lengua sino que esa lengua termina dominándonos a nosotros, pero alguna vez vamos a tener que decir una pala­bra nueva, una palabra nuestra, una idea nuestra y esa va a ser nuestra libertad.


Crecemos influen­ciados por el medio sociopolítico y familiar pero en algún momento debemos hacernos cargo de no­sotros mismos, en algún momento debemos decir bueno esto no va más desde este momento voy a ser el titular de conciencia, desde este momento ya no voy a ser influenciado por los medios de co­municación, por el capitalismo, por mis amigos y voy a empezar a formar un pensamiento autónomo que es lo que engrandece al ser humano, pero ojo desde ese momento usted está solo, y estar solo es el precio que uno debe estar dispuesto a pagar, porque usted a partir de ahí dejó de pertenecer a la manada y comienza a pertenecer a usted mismo y cuando usted comience a pertenecer a usted mis­mo ya no tiene justificaciones, ya no tiene en que distraerse y sin duda usted va a ser el responsable de cada uno de sus elecciones.

Pensamiento autónomo y mortalidad, en mi opinión las claves de la grandeza del ser humano.


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